No seas igual, no seas predecible y menos aburrido. Si vas a decir algo, que sea de una manera que no se haya escuchado o visto antes.

No sigas patrones, modas o trends del momento, para cuando logres hacer algo, ya serás uno más diciendo lo mismo. Pero si decides hacerlo, sé completamente distinto y único.

No sigas la categoría, redefínela, rompela... haz que la categoría te siga a ti. Encuentra una voz propia, una historia que valga la pena escuchar y contar a alguien más.

Descubre tu razón de ser, más allá de lo que haces, diles por qué lo haces. Dale un valor no comercial a tu marca, descubre lo que quieres cambiar en la sociedad y que seas parte de ella. Da espacio para que otros te acompañen y puedan ser parte de tu discurso.

No hagas nada solo porque “te gusta” hazlo porque te encanta, te excita, te emociona hasta ponerte nervioso y querer pararte para contarle a alguien más.

Sé valiente, hazlo porque te conmueve, no porque sea lo correcto lo tradicional.

Toma riesgos, es la única manera de ser innovador. Ten cuidado con los que sobre analizan, por lo general nunca te llevarán hacia adelante. Muchas veces las mejores decisiones las vas encontrar dentro de ti, no solo en la data o estudios. Escucha tus entrañas.

Y recuerda que en ausencia de una gran idea creativa no hay data, herramientas, fórmulas o planes que te salven.